"Subgénero porno del manga, el yaoi está hecho por y para mujeres. Sus protagonistas son varones guapos y ardientes que se buscan y terminan enredados entre las sábanas."
http://www.pagina12web.com.ar/suplementos/radar/vernota.php?id_nota=1923&sec=9
Más info en: http://www.sanluisgonzaga.edu.ar/na/profesores/Manga/generosdelmanga.htm
http://personales.ciudad.com.ar/novason1c/definici.htm
El manga que calienta a las chicas
Los chicos con los chicos
Subgénero porno del manga, el yaoi está hecho por y para mujeres. Sus protagonistas son varones guapos y ardientes que se buscan y terminan enredados entre las sábanas.
Por Fiona Ng (Nota completa en http://www.pagina12web.com.ar/suplementos/radar/vernota.php?id_nota=1923&sec=9)
Vieja fanática de la serie de animación para adolescentes Sailor Moon, la ilustradora conocida bajo el seudónimo de Pluto tiene una nueva pasión: ahora se pasa el día dibujando muchachitos alzados que se buscan, se persiguen e invariablemente terminan acostándose juntos. Ultimamente ha estado trabajando con una amiga en una historieta, Embotellados, cuyo argumento involucra a un desdichado galán que pide ayuda a un espíritu masculino para resolver un problemita de rendimiento. A modo de tratamiento, el espíritu le desabrocha el pantalón, se pone de rodillas e inicia a nuestro joven héroe en un camino de placer hasta entonces desconocido.
El yaoi, pues, supone un tipo particular de castidad. A las mujeres les gusta porque no tienen que preocuparse por nada de lo que puedan hacerles, dice Linda Williams, directora de Estudios de Cine de Berkeley, California, y editora de la revista Porn Studies. Se supone que las mujeres son sensibles a cualquier abuso contra la anatomía femenina, aun cuando pueda resultar excitante. Mirar historias eróticas protagonizadas por hombres te libera de todo eso.En Japón, el yaoi ha sido durante mucho tiempo un emprendimiento genuino, dotado de sus propios autores, sus best sellers y sus ritos de firma de ejemplares en librerías. A esta altura, en los Estados Unidos ya es un culto perfectamente reconocido. Aunque cada vez son más las mujeres que confiesan en voz alta su gusto por la pornografía gay masculina, la idea sigue siendo desproporcionadamente transgresora. Algunas mujeres se sienten avergonzadas de disfrutar de algo extremadamente sexual, dice Owens. Y encima se trata de algo entre dos hombres, para no hablar de que son hombres que están ahí sólo para hacer gozar a mujeres.
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